Las Águedas cumplen con la tradición y queman al Quinciano en la víspera de Santa Águeda

Las actividades en honor a Santa Águeda culminarán mañana con una misa solemne en la iglesia parroquial a las 12 del mediodía, seguida de la tradicional procesión

REDACCION. SANTA MARTA DE TORMES 5 de febrero de 2025 

Medio centenar de Águedas, se reunieron en Santa Marta para celebrar una de las tradiciones más arraigadas en la localidad, la quema del Quinciano. Esta figura simbólica representa al opresor romano que martirizó a Águeda de Catania, y su quema se ha convertido en un acto que reivindica la lucha contra el maltrato a la mujer.

La jornada comenzó con la elaboración del Quinciano, un monigote confeccionado con materiales reciclados, que fue preparado por las propias participantes. La creación de esta figura representa un momento de convivencia y un espacio de fe que se abre a la reflexión sobre el significado histórico y social de la festividad.

El momento más esperado llegó al caer la tarde, cuando el Quinciano fue llevado al al espacio habilitado al lado del centro Sociocultural y prendido fuego. El acto estuvo amenizado por la música de Ángel Rufino “El Mariquelo”, cuyas charrerías hicieron vibrar a los presentes. Al son de la música tradicional, las Águedas bailaron alrededor de la fogata, llenando el ambiente de alegría y energía.

La celebración contó con la presencia del Concejal de Turismo y Festejos Juan Carlos Bueno y  miembros de Protección Civil de Santa Marta y la Policía Local, quienes se aseguraron de que el evento transcurriera bajo estrictas medidas de seguridad. Gracias a su vigilancia, la jornada se desarrolló sin incidentes, permitiendo que las participantes y el público asistente disfrutaran de la festividad con tranquilidad.

Las actividades en honor a Santa Águeda culminarán mañana con una misa solemne en la iglesia parroquial a las 12 del mediodía. Tras la ceremonia religiosa, las Águedas recorrerán las calles de Santa Marta en una procesión tradicional que pone el broche final a estas celebraciones llenas de historia, fe y compromiso social.

Esta festividad mantiene viva una tradición centenaria convertida en un símbolo de unidad y reivindicación, amparada en la religiosidad y recordando la importancia de la lucha contra la violencia de género y el papel fundamental de la mujer en la sociedad actual.