Como un jarro de agua fría ha caído sobre Santa Marta de Tormes la inesperada calificación de “pueblo más feo de Salamanca”. Sí, tal como lo lees. La revista VIAJAR, en un artículo publicado la semana pasada, tuvo la osadía de otorgarle este poco honroso título a Santa Marta.
¡Una verdadera herejía! que descubrimos gracias al post en Instagram de nuestra amiga @unblogdepalo, una santamartina muy activa en redes y que reside en Madrid.
¡Pero, tranquilos todos!
Antes de que en Santa Marta comiencen las manifestaciones y se llene de pancartas que, dicho sea de paso, quedarían perfectas en su famosa Ruta de los Murales, el propio redactor de VIAJAR nos recuerda que este tipo de listas son tan subjetivas como las opiniones de sus consultores y tan imprecisas como las valoraciones de una Inteligencia Artificial (IA) obsoleta.
Y es que, si somos sinceros, a nadie le gusta que le digan que su pueblo es “el más feo de la provincia”, especialmente cuando Santa Marta de Tormes tiene tanto encanto por ofrecer. Al leer el artículo, uno pensaría por sus imprecisiones y falta de rigor, que ha sido escrito por alguien que no ha paseado por sus calles desde los tiempos de la tele en blanco y negro.
¡Seguro que, si hubieran visitado la Isla del Soto, un paraíso natural de 14 hectáreas, su opinión sería muy distinta!
Porque Santa Marta tiene lo suyo, ¡y vaya si lo tiene! No lo digo solo porque sus calles estén repletas de zonas ajardinadas y una ornamentación urbana cuidada al detalle que cualquier otro pueblo envidiaría. ¡No, señor! Santa Marta ha apostado fuerte por el arte urbano, convirtiendo sus calles en una de las galerías al aire libre más destacadas, siendo un referente en esta disciplina artística.
Además, cuenta con modernos edificios como el Ayuntamiento y la Escuela Municipal de Hostelería, verdaderos referentes de la arquitectura contemporánea en España.
Nada mal para un pueblo que algunos despistados se atreven a llamar “feo”.
Quizás los “colaboradores opinantes” de VIAJAR deberían haber paseado por la Avenida de Madrid a media mañana. El bullicio y el ajetreo cotidiano son dignos de cualquier capital provincial. El ir y venir de la gente a los bancos, tiendas y bares es todo un espectáculo, y la gastronomía de barra es merecidamente reconocida a nivel regional. Vale, es cierto que Santa Marta no tiene una catedral, pero su iglesia, con raíces románicas del siglo XII y XIII, posee tanto encanto como historia.
Además, Santa Marta de Tormes es el municipio más cercano a Salamanca, a apenas 3 kilómetros de la Plaza Mayor, y cuenta con 14.683 habitantes empadronados, siendo el municipio más grande de la provincia después de la capital. Y si consideramos a los no empadronados, fácilmente se acerca a los 24.000 residentes… ¡Que seguro no ven tan feo a su querido municipio!
Así que, queridos consultores de VIAJAR, al final la belleza está en el ojo de quien mira. Y en Santa Marta de Tormes, ese ojo puede deslumbrarse con una exposición artística al aire libre, un paseo por sus calles llenas de vida o sus cuidadas ornamentaciones urbanas. ¡Ah! Y, por supuesto, con una parada obligada para disfrutar de su variada oferta gastronómica… y, por qué no, una visita a la Isla del Soto.
¡Veréis amigos de VIAJAR, que de “feo”, Santa Marta no tiene nada!
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