A las 12 del mediodía en Salamanca, Santa Marta se hizo parte del “Abrazo a la Plaza Mayor”, acto que anualmente organiza Manos Unidas y en el que participan numerosas parroquias y organizaciones sociales. Este año con el título: “El efecto ser humano”. Vestidos con chalecos amarillos, cientos de participantes han llamado la atención sobre el cambio climático y su conexión con el hambre en el mundo. Y han realizado una llamada a la responsabilidad personal y colectiva para hacer lo que esté en nuestra mano para cuidar este planeta que es la casa de todos, uniendo así ecología y solidaridad.
Haríamos bien en Santa Marta de Tormes en aplicarnos el cuento, cuidando más y mejor nuestro gran tesoro que es la Isla del Soto, así como tantos espacios verdes que disfrutamos en el municipio. En todo caso, este es un año para felicitar y dar gracias a todos los vecinos, centros educativos, comercios, ayuntamiento y entidades santamartinas que participaron en el pasado mes de febrero en la llamada “Operación Bocata 2024” y la “Campaña contra el Hambre”. Como resultado, la parroquia pudo entregar finalmente más de 7.604 euros a Manos Unidas, para apoyo a proyectos de desarrollo en regiones pobres de la India. La solidaridad internacional es una luz en medio de este mundo de enfrentamientos y guerras.
Los participantes de este sábado se dirigieron después al Museo diocesano situado en el antiguo palacio episcopal, frente a la catedral. Con la guía del sacerdote Moncho Campos, párroco de Calvarrasa de Arriba, experto en arte y excelente comunicador, el grupo pudo admirar y saborear las obras que alberga este nuevo museo.
Y el trayecto culminó en la Casa de la Iglesia (edificio de Calatrava), donde los asistentes degustaron un sabroso menú, aderezado con brindis, cantos y amistad. El salón comedor se llenó con otros grupos, disfrutando juntos en lo que por este día fue su casa común, en un ambiente distendido, alegre y fraterno. Un día para no olvidar.
(Mariano Montero, párroco)
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