La biblioteca del IES Torrente Ballester se convirtió en un espacio de silencio, reflexión y emoción profunda con motivo del taller sobre drogodependencia, organizado por el equipo de Tratamiento de la Unidad Terapéutica Educativa (U.T.E.) del Centro Penitenciario de Topas, del que forma parte la concejal de Santa Marta, Carmen Cabrera. Una actividad que va más allá de la prevención y que pretende remover conciencias, humanizar a quienes han caído en el abismo de las adicciones y mostrar que siempre existe un camino de retorno.
Cuatro reclusos, participantes en el programa de reinserción y deshabituación de drogodependencias del centro, compartieron sus vivencias con el alumnado del instituto. Relatos en primera persona, sin adornos ni dramatismos forzados, simplemente verdad. Una verdad desnuda, cruda, que mantuvo en absoluto silencio a los jóvenes asistentes, muchos de los cuales no ocultaban el impacto de los relatos en sus rostros.
Todos los testimonios coincidían en una misma línea argumental: un inicio aparentemente inofensivo con el consumo de porros en edades muy tempranas, el abandono de los estudios, el consumo progresivo de otras sustancias como la cocaína, las fiestas interminables y, finalmente, la necesidad económica que los llevó a pequeños robos, al tráfico de drogas y a la cárcel. Uno de los ponentes lo expresó con dolorosa claridad: “Las drogas me alejaron de mi familia, de mis amigos… y me encerraron en la soledad de un silencio tan profundo que no supe cómo pedir ayuda”.
La sesión dejó al descubierto los estragos de la drogadicción y la lucha diaria por rehacer una vida marcada por el error. Los internos hablaron de su participación en el programa terapéutico como una vía de redención, reinserción y como una herramienta de transformación personal. Para ellos, acudir al instituto significó contar su historia y avanzar en su proceso de deshabituación y reinserción.
El taller, que forma parte de un programa educativo más amplio, incluyó además la visita a varios espacios culturales y museos de Santa Marta, reforzando el objetivo de conectar de nuevo con la sociedad y generar conciencia entre los jóvenes.
El equipo de Tratamiento de la Unidad de Terapia Educativa (U.T.E.) del Centro Penitenciario de Topas está integrado por juristas, psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, el coordinador y la subdirectora de tratamiento del centro penitenciario. Este equipo impulsa este tipo de iniciativas dentro del programa de reinserción y deshabituación de drogodependencias, con la convicción de que la prevención nace de la verdad contada desde dentro y de que la educación es la mejor barrera frente a las adicciones.
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