Santa Marta se rinde a la tradición con la segunda edición de la Matanza Típica

La isla del Soto ha sido el idílico escenario de la celebración de la II Fiesta de la Matanza Tradicional en Santa Marta

REDACCION. SANTA MARTA DE TORMES 3 de marzo de 2025 

Santa Marta de Tormes celebró con gran éxito la segunda edición de la Matanza Típica en la Isla del Soto, un evento que, pese al frío intenso y la amenaza de aguanieve, congregó a numerosos vecinos dispuestos a participar en esta ancestral tradición. La cita, impulsada por la Diputación de Salamanca, busca perpetuar costumbres que han pasado de generación en generación y recordar cómo, desde el siglo pasado, las familias realizaban la matanza del cerdo para abastecerse durante el año.

Desde primeras horas de la mañana, los asistentes fueron recibidos con perronillas, aguardiente y vino dulce, ofrecidos por las Águedas, quienes con su hospitalidad contribuyeron a caldear el ambiente festivo. La jornada continuó con el acto de nombramiento de los Matanceros de Honor, una distinción otorgada por el alcalde de Santa Marta, David Mingo, quien impuso el mandil, la boina y la medalla a cuatro personalidades destacadas: Manuel Muiños, presidente nacional de Proyecto Hombre y Proyecto Hombre Salamanca; Jorge Moro, presidente de la Asociación de Hostelería de Salamanca; Rosario Álvarez, directora del Centro Ave María de Madres Solteras y que lo recibió Carolina López en su nombre; y Manuel Mesón, propietario de Meva Carnicerías, quien asumió el rol de matarife.

Con gran expectación, el público, especialmente los más pequeños, siguió con atención las labores de chamuscado y despiece del cerdo, explicadas con detalle por el maestro de ceremonias, ‘Oli’. La jornada estuvo amenizada por la música tradicional de la gaita y el tamboril, interpretada por Ángel Rufino ‘El Mariquelo’ y otros tamborileros, que pusieron la nota festiva a la celebración.

Uno de los momentos más esperados fue el sorteo de los distintos productos del cerdo entre las personas que habían adquirido el ticket para la comida. Además, los asistentes tuvieron la oportunidad de involucrarse en el proceso tradicional al participar en la picada de la carne y la elaboración de los chorizos.

La jornada concluyó con la degustación de más de 400 raciones de chichas y patatas meneás, servidas en la carpa instalada en la Isla del Soto. Un festín que no solo sirvió para calentar el cuerpo, sino también para reforzar el espíritu comunitario y evocar los recuerdos de una tradición que, año tras año, sigue reuniendo a familias y amigos en torno a la mesa durante los días de matanza.