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EN BUSCA DEL TESORO PERDIDO

 

Con tanto iluminado moviendo los hilos, Vigo por Navidad va a quedar reducido a luciérnaga.

 

El pasado 20 de junio vi comparecer a nuestro flamante y henchido Ministro de Cultura anunciando el inicio del procedimiento para la extinción de la Fundación Nacional Francisco Franco en cumplimiento de lo establecido en la Ley de Memoria Democrática. Reconozco que me sobrecogió la puesta en escena y sobreactuación del sujeto…ceremonioso, elegantemente enlutado y con gesto serio, pero gustándose a puñaos; por un momento me recordó al Arias Navarro del 20-XI-75, cuando visiblemente emocionado y con voz entrecortada apareció en las televisiones e quienes la tuvieran para anunciarnos la “buena nueva” por la que siempre fue recordado: “¡Españoles, Franco ha muerto!”. 

 

Lo primero que pensé fue ¡no puede ser! este tío nos va a comunicar que Francisco ha resucitado. Y de alguna manera lo están consiguiendo. La decisión en sí no me parece ni bien ni mal, pero lo que sí me preocupa, por sus visos dictatoriales, es que nos impongan lo que tenemos que memorizar o lo que no y ello sirva para justificar un ministerio y emplear a un grupo de amiguetes o afines.  Por un lado me pregunto si realmente esto es lo más grave que está ocurriendo en este momento y lo que verdaderamente preocupa a nuestra sociedad; y, por otro, cómo hemos podido convivir con la fundación en cuestión y sobrevivir desde el año 76 en que fue creada. La verdad, hay que reconocerle méritos a Ernesto. Desde que se coló en el gobierno se ha convertido en azote taurino y musa de reses bravas y, por otra parte, en modo justiciero acabará consiguiendo que los pueblos indígenas recuperen los tesoros que les usurpamos en nuestro desmadre colonial.

 

Robin Hood a su lado no pasaría de becario. Pero tenemos que celebrarle y aprovecharlo en su esfuerzo y afán de clasificar y recuperar tesoros para devolvérselos a sus dueños. Tiremos de esa, o de la otra, Memoria Democrática, que se sitúe sobre la pista y, manos a la obra, a ver si puede hacer algo por recuperar para nuestras arcas, por ejemplo, el famoso Oro de Moscú y los no tan famosos de París y México. A los pocos meses de empezar la Guerra, ideado por el entonces Ministro de Hacienda (Juan Negrín) y ordenado por Largo Caballero (Presidente del Consejo de Ministros) se trasladaron 510 toneladas de oro, el 72,6 % de las reservas del Banco de España, desde su depósito en Madrid hacia la Unión Soviética. La cuarta parte de la reserva, 193 toneladas, fue trasladada a París. Entre el 4 y 5 de Noviembre-36 , la Guardia Nacional Republicana en compañía de un grupo de milicianos, a punta de pistola ,incautaron  monedas, piezas y tesoros del Museo Arqueológico Nacional de España; sin control documental, al margen de la legalidad y para beneficio de la élite republicana. Entre ese patrimonio se encontraba el Tesoro de los Quimbayas, compuesto por 122 piezas de oro (11 juntas de collar, 6 cascos, 9 pasadores de collar, una corona, 8 alfileres, 3 recipientes, 5 cascabeles, 17 poporos, 8 colgantes, 2 instrumentos musicales, 21 narigueras y 31 orejeras); la colección formó parte del tesoro del Yate Vita, que había fletado Negrín y del cual se apropió Indalecio Prieto, en ese momento Ministro de Marina y Aire, al llegar a México y cuyo destino jamás fue aclarado.

 

Al finalizar la Guerra solo se pudo recuperar el tesoro de losQuimbayas. Este, Urtasun, tú verás si hay que devolverlo, pero no lo robamos los españoles; fue un regalo del Presidente de Colombia, Carlos Holguín Mallarino, a la corona de España a finales del siglo XIX. En su conjunto, es más que probable que más allá de engrosar riquezas personales, sirviera para patrocinar el exilio a través del SERE(Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles) y para pagar la factura del apoyo Soviético; en bando contrario también habría que pasar por caja para pagar  el armamento y apoyo militar a Alemania y a Italia… empiezo a comprender por qué tuvimos una posguerra tan repleta de miseria.

 

Más fácil te podría resultar recuperar el “tesoro de los Eres” y el del“Gürtel Barceniano” colecciones formadas por “porrones”…de millones de euros ( más de 2000) y devolverlos al erario público; si no es en metálico, entiendo la dificultad, que sea con la incautación de bienes por mismo valor a todo aquel que se lucrara de ello. Respecto al primero te puede servir de gran ayuda, si eres capaz de entender lo que dice, tu colega Mª Jesús Montero, que entonces fuera Consejera de Hacienda de Andalucía y se negó hasta el punto de incumplir con la obligación legal de reclamar la cantidad defraudada en tan grosera malversación; para poco después, por lealtad, ser premiada con ascenso con la titularidad de correspondiente ministerio y Vicepresidencia del actual Gobierno. Podría nombrarte otros muchos, trincados por unos y por otros, pero ya aburre… y para su recuperación y devolución necesitarías tres legislaturas. Seguramente “te coja el toro” mucho antes.

 

Por otra parte, y por coherencia, para engalanar tu aversión taurina, una vez anulado el Premio Nacional de Tauromaquia, mira a ver si te atreves a prohibir los “Sanfermines”, tienes hasta el domingo; puestos a revivir fantasmas, puedes hasta conseguir la resurrección Carlista y el despertar de sus requetés navarros (milicia favorable al bando franquista)… ni sus piadosas Margaritas ( asociación caritativa de mujeres carlistas) se  apiadarían de tu alma;¡ échalo arrojo, Ernesto!

 

”Tertuliando” al respecto con mi amigo Jorge Salcedo y mi hermano Eugenio, compañeros de cañas y barra cada lunes; el primero, que es joyero, se ofrece a  ayudarte en la tasación de los tesoros que encuentres; la aportación de mi hermano ,que es muy taurino  y de fina estocada… se nos ha reducido a un escueto “¡que saquen al sobrero!”

 

En fin, vais a conseguir hacer de España vuestra mascota y su geografía, para tu gloria, tiene forma de piel de toro.  

 

CRISTINO