2

Saludos del noroeste

 

En un lugar tan al norte

donde jamás había estado

tan lejano para mí.

Ni tan familiar ni extraño.

Vine sin saber por qué

no tenía ni un motivo

ni alguna razón acaso.

No era un buscador de olvido

ni era un brindis al fracaso.

Tan solo quería ser

el último romántico.

La paradoja de un tren

que de espaldas a la mar

me ha depositado aquí

Siempre en sentido contrario.

Me prometí ser feliz

fue mi primer comentario.

No vine ni a hacer amigos

ni huyendo de algún sicario.

No había precio por mi vida.

He llegado aquí de espaldas

como en sentido contrario.

Nunca he tentado a la suerte

Aún no se porqué he venido.

No es que sean las gaviotas

mis pájaros preferidos.

Hieren mis devotos sueños

con sus crueles graznidos.

Defecan como palomas

en los patios de vecinos.

La gente aquí es toda igual

que la gente de otros sitios.

Hablan en varios idiomas

exhibiéndose orgullosos.

Gesticulan con sonidos.

Son seres muy ocupados

en repartir sus cariños

entre sus novias y esposas

Entre madres y entre hijos.

Hoy me acabo de enterar

que el final de nuestra tierra

se encuentra aquí muy cerquita

de este precioso lugar.

Prometí ser muy feliz

me dije para mí mismo.

Bien reconozco que yo

con mi carácter arisco

comienzo a encontrarme agusto.

Y aún no he probado el marisco

Abelardo Grande