BLAS
De aquel poeta que yo quise ser
me apearon, entre otros, Lou Reed,
Ángel González, Claudio Rodríguez.
Eran tan buenos, Dylan y aquellos
que pensaban en alto…
Sólo por ellos guardé mis papeles
en un cajón secreto de mi alma…
Y después los quemé
en la pira del tiempo.
Gracias a ellos y a Blas de Otero
incendié mis versos.
¡Eran tan buenos!
Estaba todo hecho,
yo solo podía con mi minúsculo aliento,
aplaudirles a todos.
Después vino otro tiempo.
Silvio me enseñó a soñar, desenvuelto.
A caminar descalzo en el ritmo del tiempo.
El poeta que yo quise ser
se perdió en el tiempo
gracias a aquellos genios
del arte y la poesía.
De Neruda copié tres o cuatro conceptos.
…He intentado renacer,
dar color a mis versos…,
pero todos eran suyos.
Todos de los maestros.
De aquel poeta que yo quise ser,
solo quedan recuerdos.
Un Rock and Roll de Lou Reed y dos o tres sonetos.
Abelardo Grande
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