Santa Marta recordará para siempre la figura de Miguel Ángel Blanco, el joven concejal asesinado por ETA en 1997, con una escultura que será inaugurada hoy en un acto institucional programado para las 12:30 horas en la glorieta de El Tormes, ubicada en la Avenida de los Paules, antigua N-501.
Una obra sólida y simbólica
La escultura está compuesta por dos imponentes bloques de granito de la provincia de Salamanca, cada uno de 3,80 metros de altura y dimensiones de 0,80 por 0,85 metros de ancho, con un peso total de 19.000 kilogramos. Sobre estos bloques se han colocado dos retratos de Miguel Ángel Blanco, de un metro de alto y 0,70 metros de ancho, realizados en acero inoxidable, visibles desde ambos sentidos de la circulación para garantizar su presencia simbólica en la vida diaria de la localidad.
Coronando la escultura, una paloma también de acero inoxidable representa la paz, un elemento clave en el mensaje de la obra. “Queríamos lograr algo sólido, conciso, estable y duradero”, señaló Amable Diego Arévalo, destacando la intención de crear un monumento que trascienda el tiempo y mantenga viva la memoria de Blanco como un referente en la lucha contra el terrorismo.
Este homenaje se enmarca en el compromiso de Santa Marta de Tormes por preservar la memoria histórica y rendir tributo a quienes, como Miguel Ángel Blanco, se convirtieron en símbolos de la resistencia cívica frente a la barbarie y marcaron un hito histórico en la lucha antiterrorista.
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