El Arciprestazgo del Trastormes, con la Virgen de la Peña

Los feligreses de la parroquia Santa Marta se han hecho presentes en el encuentro interparroquial realizado en la cercana localidad de Calvarrasa de Arriba, en el día de ayer. Una actividad organizada por el Arciprestazgo del Trastormes, también llamado de San Pedro Apóstol. Este agrupa a las parroquias que estamos en el sur del río Tormes: Santa Marta, Calvarrasa, El Encinar, Carbajosa, San José, Morille, El Zurguén, El Arrabal, Tejares, Buenos Aires, etc.

La primera parte transcurrió en la iglesia de Calvarrasa, del siglo XVI, visitada con frecuencia por Santa Teresa cuando ésta vivía en Alba. Ante la Virgen de la Peña, cuya imagen preside el retablo del templo, los participantes compartimos la oración de Laudes, pidiendo fortaleza espiritual para las familias y vecinos de nuestras parroquias, barrios y pueblos.

A continuación, el padre Moncho mostró la exposición artística que recoge en la actualidad esta iglesia, con dibujos del artista Maximino Cerezo. Una sucesión de lienzos de gran colorido y fuerza expresiva abrazan este acogedor templo, desarrollando escenas que muestran a Jesús en la última cena y en el lavatorio de pies, como signos de otro mundo posible donde impere no la guerra sino la fraternidad. Merece la pena que la visitéis quienes todavía no la habéis visto.

Después de tomarnos un reconfortante café en el bar del pueblo, los asistentes peregrinamos hasta la cercana ermita de la Virgen de la Peña. Allí disfrutamos del admirable paisaje, escuchamos el relato de los hechos históricos acaecidos en la zona de los Arapiles, y compartimos la comida que unos y otros habíamos llevado.

¿Quién dijo miedo?, exclamó una de las santamartinas presentes. Y es que, a pesar del viento y la lluvia al inicio del día, allí nos habíamos presentado desde las diversas parroquias… confiados en que juntos es posible transformar el miedo a las inclemencias climáticas y a la incomodidad, en reto y desafío que nos abre oportunidades. Al final de la mañana estábamos todos asombrados de que, salvo la peregrinación a la ermita, que la hicimos en coche, el tiempo nos permitió realizar el plan previsto y disfrutar de una buena mañana fraterna. Y es que la vida es para enfrentarla juntos, disfrutarla y compartirla.     

Mariano Montero, párroco