JotaeMeGE

Ideas para una siesta de verano

 

La siesta me ha obligado a ver un documental de la sabana africana. Como mis siestas son de sillón, no de cama, espero que se entienda ‘sabana’ sin tilde, no ‘sábana’. Mi siesta es de sillón y televisión al mínimo volumen con lo que quiera que me pongan, pero que me interese poco para caer plácidamente en los brazos de Morfeo (¡Qué antiguo suena ya lo de los brazos de Morfeo. Espero se me perdone.). Pero la sabana me trajo el ligero y grácil caminar de las cebras, las pintorescas cebras, estética que en otro tiempo se llamó Op Art, figuras geométricas en blanco y negro o en dos colores.Las cebras se adelantaron a su tiempo y fueron fashionbastantes siglos antes. Y la verdad es que la naturaleza ha sido caprichosa con ellas. Sin duda que sus trazos no están diseñados para pasar desapercibidas ni camufladas con el paisaje. Tal vez el movimiento de su carrera produzca efectos hipnóticos en los perseguidores. ¡Ni idea! Pero resulta exótico su diseño. Sus trazos bien perfilados y combinados irregularmente, aunque estéticos.

Antes de comenzar a roncar asocié las cebras con la señal de tráfico y divagué sin freno y cuesta abajo por otros derroteros.

No sabría decir las líneas sobre la calzada que indican la preferencia de los peatones se diseñó pensando en las cebras o el nombre de “paso de cebra” vino después. Sería esto último seguramente, porque su nombre oficial es “paso de peatones”. En mi opinión, es una señal llamativa que en España se respeta. Me refiero a que se respeta el paso de los peatones. El deterioro de la señal viene causada por la intemperie y uso. Y lo del respeto, viene a cuento porque no en todos los países es así: haylos en que el peatón desconfía de la actitud del conductor y no arriesga su pellejo.

Aquí en Santa Marta, con buen criterio, le han añadido en los laterales unos dibujos pedagógicos que nos muestran cómo ha de comportarse el peatón, a pesar de tener preferencia de paso. Quede claro que el conductor es el que está obligado a detenerse, pero el peatón debe hacer amago de pasar, mirar a los laterales y emprender la marcha con prudencia, como indican los dibujos. Está bien esta medida: educativa e instructiva.

Hay, no obstante, otra deriva en cuanto a los pasos de cebra, escasa, aunque original, que anima la calle y esta señal de tráfico. Se trata de la incorporación del arte en ella. Creo que fue en Varsovia –discúlpeseme si estoy confundido– donde vi los pasos de cebra imitando las teclas de un piano. En otro lugar que no recuerdo y que posiblemente fuera una ciudad que destacase por su comercio, los pasos de cebra eran códigos de barras. Sinceramente, no pude evitar una sonrisa de satisfacción cuando me encontré estas salidas de la norma que además están dotadas de cierta simbología. En Varsovia, sehomenajeaban al pianista Chopin; y en la otra ciudad al avance que significó el código de barras para la identificación de objetos de un modo rápido y seguro. En algún otro lugar imita el paso de cebra la piel de las vacas suizas. Y en Islandia –esto lo he visto en Internet– están dibujadas las barras en tres dimensiones de modo que las líneas parecen bloques levantados del suelo. ¡Qué curioso!

Algunos otros introducen en la parte oscura dibujos florales, incluso animales cruzando (una cebra) o dibujos animados (Mikey Mouse), elementos simbólicos que amenizan el paso de cebra. Habrá quien piense en este punto del artículo que las señales de tráfico se deben tomar en serio y ser uniformes. No digo que no le falte un punto de razón, porque las transformaciones o los adornos deben ser lo suficientemente discretos como para no ocultar la señal prevista por las normas de tráfico. Aun así, pienso,luego insisto, que las calles deben ser alegres, agradables de pasear y ver, con jardines, árboles, dibujos murales, y señales de tráfico con su puntito de gracia –¿por qué no?–. Tal vez algún día con música. No creas, lector, que estoy de broma. Lo digo muy en serio.

Pero volvamos a cruzar por el paso de cebra. En Salamanca, por ejemplo, podría culminar alguna barra con la silueta de una cúpula catedralicia. En Santa Marta, la primera y última barra podrían representar las llaves de su escudo o coronar la del medio con el sombrero episcopal también de su escudo. No sé si esto sería lo adecuado; son simples ideas de una persona simple, es decir, yo. Artistas tiene la santa humanidad que mejoren mis propuestas.

De momento, ahí lo dejo y sigo viendo el documental en la tele si no me duermo antes. Aunque estas divagaciones me han espabilado. 

JotaeMege