De trazo breve y emociones eternas

Inexorable tiempo

Prendido a su muñeca, el hombre lleva el tiempo cautivo en una esfera, girando en su redondo desvarío, atrapado por un destino eterno y circular. El hombre observa cómo se anhelan sin descanso las agujas, cosquilleando númeroscon sus afilados brazos que rehenes de una noria que no cesa, agitan el vacío y celebran felices cuando se cruzan y se besan. Cada día, exhausto de dar vueltas el tiempo se desdobla y cada día el hombre se lamenta: “otro día más que ya no cuenta….”

José Luis Logar