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ENDANADOS

 

Antes de comenzar, desde una impotencia más, solidaridad y apoyo a las gentes y víctimas de las comunidades afectadas, especialmente Valencia. Mucho se ha escrito, dicho y retrasmitido sobre esta terrible catástrofe y ensañada devastación… y lo que falta según intenciones e intereses que de ella escurran. Los diferentes debates se han ido centrando fundamentalmente en la causa y sus consecuencias, sobre si se podía haber evitado, que atenderé en este artículo; y la responsabilidad política junto a la respuesta social, que trataré en el próximo. La causa, bien definida, no deja lugar a dudas ni da pie a discusión alguna, pero cuela la incertidumbre del cambio climático: una Dana (depresión aislada en niveles altos), un  embolsamiento de aire aislado con temperatura inferior al que le rodea; tormentas que se alinearon de forma desafortunada a lo largo de las cuencas de una serie de cauces fluviales (Rio Magro, barranco del Poyo y sobre el Turia) que se fueron cubriendo sin posibilidad de desvío o retención y descargando precipitaciones de intensidad torrencial  de forman prolongada (lo llaman trenes convectivos). 

 

No es la primera vez que sucede ni desgraciadamente será la última; la diferencia es que en otras ocasiones las lluvias han sido más distribuidas. Júcar en árabe quiere decir “devastador”, que ya es un aviso, y se suele “desmadrar” un par de veces por siglo; hay que tener en cuenta episodios anteriores y la época del año en que estamos, de septiembre a noviembre (con mayor o menor intensidad) esto ocurre cada año, la gran riada del Turia en 1957 y la pantanada de Tous en 1982 sucedieron respectivamente un 14 y un 20 de octubre… que ya es otro aviso. Los valencianos seguramente sepan de esto, viven con ello y es algo de siempre, no del futuro… por tanto, no parece (parece, repito) que tenga hechura de cambio climático, que pudiera ser.

 

Presumiendo mi ignorancia, no voy hacer míos ni dar corriente a  los twits que pretenden avalarlo ni los contrarios, no me atrevo a posicionarme porque no lo sé y me pasa algo parecido a cuando la pandemia, donde  ya me vacunaron reglamentaria y disciplinadamente contra la enfermedad y, de paso, en contra de supuestas  “asimonadas” comisiones de expertos … y jamás sabremos  qué pasó realmente  ni  cuál fue su “cauce”, “caudal”  ni su “desmadre” ; desnudándonos únicamente , como ahora ante  esta potencia y exhibición de la naturaleza, nuestra multitudinaria vulnerabilidad. A grito de que hay que demoler presas para que los ríos vuelvan a fluir, restaurar la naturaleza y favorecer el paso natural de fauna y sedimentos, teniendo en cuenta que había casi un obstáculo por cada km de rio, la mayoría presas y azudes (pequeñas barreras con el fin de de desviar, no retener, parte del caudal para riego u otros usos) se llevan derribadas 328 infraestructuras tipo embalse, el de Forata (construido en 1969) el día de la tragedia frenó más de 37.000 millones de litros de agua y alcanzó el 100% de su capacidad; de no haber resistido, probablemente estaríamos multiplicando daños y víctimas. Si el gobierno, el central y el autonómico, tiene identificados 1000 km de ríos de máximo riesgo en Levante, debe favorecer su dragado. El debate deriva y retrocede al músculo franquista y eliminación de sus vestigios, pero la pregunta es sencilla ¿estas construcciones pueden salvar vidas y limitar catástrofes?, si como puede confirmar la Forata la respuesta es afirmativa…pues me da igual que sean obra de Franco o del mismo demonio y si hay que corregir el fluido de un rio para que fluyan vidas… se corrige.

 

No se trata de sembrar nuestra geografía de barreras, se trata de su selección o regulación; las habrá que sobren por la mansedumbre de caudales o minimizado riesgo, por características del clima y relieve de la zona en que tienen curso y que pueden resultar inútiles u obsoletas, pero habrá otras que son solución y pueden resultar necesarias o de aconsejable construcción para protegernos si no las hubiera. Va camino de veinte años que se aprobó un plan contra riadas en la comarca de d´Horta que incluía la creación de una presa en Cheste y diques de contención que servirían para regular los caudales altos de los barrancos del Poyo y del Pozalet; en total protegería a 16 municipios, entre ellos Paiporta, Picanya, Torrent, Massanassa y Catarroja… pero el plan se paró al renunciar Zapatero al Plan Hidrológico Nacional que, por otra parte, lo financiaba la UE. Igual pasa con la limpieza de montes, quema de matorral o el mantenimiento o creación de cortafuegos para cuyas labores no habría que esperar a que murieran 250 personas por un incendio, ni siquiera a que llegue el verano.

 

Esto se sabe y se tienen  en conocimiento las consecuencias; del cambio climático lo que nos digan, se supone, imaginamos, probablemente, es posible, puede suceder… pero no es obstáculo para que acribillemos la atmosfera  y  la repletemos de agujeros y estelas nocivas  o contaminantes  de demostrada  potenciación del efecto invernadero que engalana nuestra evolución en  cada viaje aéreo o espacial y, con los segundos, puebla de presumida chatarra “tecnológica” y satélites artificiales ese  vertedero espacio que tanto nos alarma, preocupa y fascina su conquista. Se saben las energías renovables, pero ni se imponen ni resultan asequibles… el cambio ha de ser gradual, supongo… pero, como es alarmante y urgente, habrá que esperar a que se agoten otras que enriquecen a tantos, según quiénes, y les revisten de poder y capacitan en el manejo de los hilos que nos mueven, para después hacer el traspaso del mismo o prorrogarlo. Ahora mismo se está celebrando la “Cumbre del Clima” en Azerbaiyán y nuestro Presidende acude con intención de concienciar al mundo entero gritando a los cuatro vientos que “el cambio climático mata”… las guerras seguro que también, pero no acabamos de deshacernos de ellas ni de ponerlas fin  teniendo muy claro cómo se pueden evitar; más aún, el negocio armamentístico va mejor que nunca… y cuidado que hay armas contaminantes.

 

Sin duda mata el hambre, pero no hay soluciones y parece que no es rentable acabar con ella. Es evidente que la pobreza mata, pero se antoja como necesaria, tanto que si la mierda alcanzara algún valor los pobres nacerían sin culo. ¡Claro que hay que cuidar el planeta! y educar en ello; pero en la agenda de cualquier gobierno debe “primerar” la seguridad ciudadana, la real y actual, de la que se tiene conocimiento y para la que existen medios y recursos… y aquí arrastramos muchas miserias añejas y lastre. No se pueden descuidar por otras de suponer, presumibles o “ficticias”, a éstas las hay que prevenir pero sin excusa ni excepción y sin dar pie a según cuáles meganegocios y poderosos intereses. Nada sobre lo que creamos y nos volvemos locos con creaciones que nos trascienden. En fin, no quiero parecer negacionista, demasiada carga a sumar sobre la que rezume de extrema derecha si se considera que defiendo una presa o embalse. Así, como el 70% del planeta es agua y del 30% restante el hombre ocupa solo el 8% y teniendo en cuenta la sabiduría universal y misma  naturaleza… he desarrollado mi propia teoría que me abandona en la confianza  de que de la misma forma que reacciona la sangre y las plaquetas en nuestro organismo (muy sabio también y sin tener en cuenta nuestra voluntad) cubriendo una herida al cicatrizarse y sirviendo de barrera protectora para la dermis en regeneración… de igual manera  (tirando de recursos propios  o en socorrida distribución) el clima, el planeta y esa atmosfera que nos autoriza la vida serán capaces de cicatrizar las heridas que les provocamos. En su defecto, a ver si tenemos suerte y Dios existe… y habita sobre el cero coma cero y algo de cielo que nos corresponde… y nos pilla confesados.

CRISTINO