Cuaresma
Ha pasado el carnaval
cómo un suspiro ha marchado
Más juventud en las calles
a fe mía que se ha notado
Hasta que llegue mañana
hoy se entierra la sardina
Cómo quien entierra todos
los excesos, con sordina
Dice adiós el carnaval
al ritmo y al desenfreno
Ahora llegan otros ritos
Tiempos de dolor sereno
de ir preparando la vida
para tiempos venideros
de frugalidad y ayuno
en pos de lo verdadero
Solo son cuarenta días
tiempo de preparación
para el dolor y la pena
el silencio y la oración
Momentos tensos, de imagen
profunda, triste, sombría
capirotes, terceroles
Y estandartes con insignias
Todo a la luz de las velas
con el alma recogida
A veces los pies descalzos
traen provocando una herida
Argollas y una cadena
que arrastra su penitencia
Queja metálica y fría
va musitando abstinencia.
Es todo tan reverente
hay tanta pena en el alma
secular de los cofrades
y en su paso tanta calma
Cuando veo a esas criaturas
con tal emoción, tan honda
Siento un profundo respeto
Y allí donde corresponda
Y se decidan a ser
miembros de una cofradía
dueños son de sus silencios
reyes de sus monarquías
Todo el mundo está callado
Solos tambor y trompeta
En la noche oscurecida
rasga el viento una saeta
Que sale de un corazón
desgarrado, dolorido
un lamento hecho canción
con la humildad de un gemido
Que rápido pasa el tiempo
ayer era antes de ayer
y hoy pasado mañana
Son días que no han de volver
Cada cual como lo entienda
búsquese entre su destino
Que nunca se le haga largo
ni farragoso el camino.
Abelardo Grande
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