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Momentos

 

Ese pequeño reducto

dentro del orbe infinito,

donde uno ha de buscarse

como un reto, como un rito.

Es ese momento quieto

en que el alma se detiene:

Lejos del tuve o no tuve.

Sabiendo lo que conviene.

 

Quieta la estancia protege

junto a la abierta ventana

el silencio de la noche

y la vida cotidiana.

Esa paz que se hace muda

te espera dándote abrigo

te acompaña en el camino.

y fiel se queda contigo

 

Te ayuda a forjar los sueños

a proyectar el futuro

va hilvanando tus remiendos

y te aleja de lo oscuro.

Esa es la intimidad

propia, tuya, consecuente

donde la vida avanza

como un río sin afluente.

 

El momento para uno

tan propio, tan necesario

como el aire respirable

como ese sol a diario.

Queda absorto, en silencio

el espíritu creciente

bien hallado, allí en su esencia.

Solo uno y su cociente.

 

Cada cual con sus asuntos

se dirige a su manera

hacia donde están los sueños

huyendo de la ceguera.

Entonces es, solo entonces

Cuando uno se imagina

Un mañana venturoso

fuerte como una encina.

 

Y se anima uno a decir

Y se anima uno a creer

que hay mucho por descubrir.

Que aún queda mucho por ver.

Se ofrecen para crecer

música espigas y flores

cuarto y mitad de poesía

y lienzos de mil colores.

 

Abelardo Grande