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Concordia

 

Fue tal que un seis de diciembre

del año setenta y ocho

Ya ha llovido lo suyo

A contarlo me dispongo

A los que no lo sabían

porque no se interesaron

porque estaban a otras cosas

o porque ya lo olvidaron

O tal vez eran criaturas

algunos ni habrían nacido

aún no tenían dentadura para masticar la historia

y digerirla después

Venía la cosa rodada

eran tiempos complicados

había que abrir de una vez

las ventanas y los patios

España quería crecer

ofreciéndose al futuro

Era bien aconsejada

por aquel buen vecindario

anglosajón consecuente

Sabiendo lo necesario

no ignoraba lo evidente

Era seguir o seguir

había que continuar

bajo la nueva bandera

democrática y plural

Europa en tono coral

nos animaba a la vez

Había que aunar voluntades

quitarle a España el corsé

de aquel pasado reciente

en buena parte sombrío

en busca de una mañana

de leche y de pan caliente

lejos ya del desvarío

En Europa no quedaba un régimen como el nuestro

La realidad apuntaba maneras de buen maestro

En la calle el personal

como siempre en opiniones

Unos querían ruptura

otros buscaban reforma

otros decían que nones

Todos tenían sus razones

Los dogmas y las consejas

de la izquierda radical

sugerían el inicio

Las consejas y los dogmas

del sistema aun en vigor

buscaban continuar

Había costado aceptar

como legales a todos

más todos debían estar

Por eso era necesario

concitar las decisiones

aunando las voluntades

cediendo todos en parte

buscar nuevas realidades

Así, negociando unos

y otros cejando en su empeño

se fue forjando una idea

y consolidando un sueño

Nació la Constitución

tal vez no fue la mejor

tampoco fue la primera

hubo paciencia y tesón

El tiempo y las circunstancias

huyendo de la discordia

fueron acuñando el oro

de la palabra Concordia

De las normas es el eje

aceptada fue por todos

Mejorable y renovable

cuando el pueblo lo aconseje.

 

Abelardo Grande