EL Caballero de las Letras
Un miércoles de la vida
cotidiano, sin remedio
junto al noble vecindario
apareció junto al predio
honrado de Santa Marta
en el café habitual
donde opinar es el juego
con un carrito, un chaval
Educado y gentil
se presentó con respeto
hablando de su talento
ofreció su hacer discreto
La oferta eran sus sueños
quería vender su obra
no era una calculadora
Escuchamos sin zozobra
Sus intenciones primeras
él se refería a ejemplares
de libros autoeditados
Había llegado a estos lares
desde Tudela, Navarra
Eligió la itinerancia
como modelo de vida
con voluntad y constancia
Va dando luz a una idea
que concibo fascinante
con un carrito de compra
Quijote sin rocinante
se ha lanzado a los caminos
para difundir su sueño
tal que un caballero andante
persevera en el empeño
Libro a libro, puerta a puerta
siempre con una sonrisa
y el buen trato por bandera
sin pausa pero sin prisa
Me recordó al buen Remigio
Adares junto a la plaza
sentado en las escaleras
del Corrillo. Pura raza!!!
Cual Ulises por el mar de cereal castellano
Fijo el timón en la popa
con su ilusión de la mano
Me rindo ante tal ejemplo
de fe y de perseverancia
El mundo es de los valientes
que no miden la distancia
entre el futuro y su casa
van ligeros de equipaje
Con un libro bajo el brazo
se mantienen en viaje
Nunca pierden el norte
van dando un giro a la tuerca.
Ánimo Diego Galindo!!
Ítaca ya queda cerca.
Abelardo Grande
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